Concurso TE+A
Publicado: 10 de noviembre , 2013Proyectos evaluados en la instancia del concurso
El jueves 7 de noviembre se realizó la presentación de los fallos del concurso para la realización de un Anteproyecto de arquitectura y construcción del edificio anexo a la Torre Ejecutiva TE+A.
De la actividad participaron el Asesor Arq. Duilio Amándola, los Jurados arquitectos Alejandro Batista Vedia, (por concursantes), Mariano Arana (por Presidencia de la República), Nery Gonzalez (por la Intendencia de Montevideo) y Ángela Perdomo (por la Sociedad de Arquitectos, SAU). Participaron de la instancia también en representación de la Corporación Nacional para el Desarrollo el Arq. Eduardo Ramos y el Ec. Rafael Laureiro. Después de que hicieron uso de la palabra el Asesor y los miembros del Jurado, se abrió la participación al público y a los miembros de la mesa que intercambiaron opiniones sobre este concurso en particular, la institución del concurso como parte de la cultura arquitectónica y otros asuntos.
En la instancia se proyectaron los 8 proyectos que participaron de la evaluación por el Jurado de acuerdo a las bases del llamado, y fueron también expuestos los 6 proyectos que no pudieron participar del mismo habiendo sido entregados en tiempo y forma, debido a cuestiones reglamentarias ajenas a los trabajos. Así se pudo ver todas las ideas elaboradas para la convocatoria que constituyen un conjunto completo de interés académico para la Facultad.
Vea en esta noticia los proyectos que participaron del Concurso, y en la siguiente los que no participaron del mismo.
Descargue aquí los proyectos concursantes: [download id=”1666″]
Buen aporte de Patio para complementar la información sobre el concurso. Conviene hacer notar que observaciones fuertes relativas a su implementación fueron reconocidas por los asesores de la comitente, por lo que en futuras instancias de similar formato, se asegurará, por un lado, que la calificación de las empresas sea previa a la tarea de proyecto, y por otro, que las Bases no contengan especificaciones sobre el modo de fundamentar el fallo final del jurado o sobre los efectos de éste respecto a la adjudicación, que se aparten de los criterios históricamente consensuados de su gestión.
Creo, en particular, que dando por buena la aplicación en determinadas circunstancias del formato proyecto-precio (tal a mi criterio el caso que nos ocupa) no se requieren 6 cartones para que un jurado pueda discernir las ofertas mejor adecuadas al objetivo de la convocatoria, en tanto se hace imprescindible un mejor detalle y un complemento de precisiones técnico-constructivas para que una empresa pueda realizar una cotización sustentable. En consecuencia, a futuro sería bueno desglosar el proceso en dos etapas, manteniendo la previsión de topes de plazo de obra e inversión total, pero reduciendo el trabajo de los oferentes al nivel necesario para su correcta evaluación y selección. Cumplida esa etapa, un número restringido de propuestas dispondría de un tiempo para atender las observaciones que pudieran realizarse, desarrollando el proyecto a un nivel suficiente para que la presupuestación de la empresa tenga una base sólida, minimizando la posibilidad de desencuentros con la comitente en la etapa de obra, una vez formalizada la adjudicación en función del fallo final del jurado (y sólo del fallo final del jurado, siempre -claro- que la propuesta seleccionada cumpla con las condiciones establecidas en las Bases)
¡Buen trabajo espera a futuro a la SAU y sus asesores…y no menos a la Facultad!